El fin de semana pasado estuvimos en Maracaibo conociendo a mi nuevo sobrino, José Luis Martínez Rodríguez.
En el viaje de regreso, tuve la oportunidad de fotografiar una de esas curiosidades que tanto caracterizan a esta tierra de lo posible, donde el respeto que algunos profesan a la ley y a la propiedad pública, llevan a la ocurrencia de cosas que parecerían imposibles en otras partes. Nótese con especial cuidado el "ajuste" que tuvo que hacer el dueño de la pared, ante la ubicación del aviso de desvío.
El viaje sirvió, entre otras cosas, para pasear con la familia, y mientras pasaba el rato esperando que mi esposa hiciera algunas compras en el Centro Comercial Lago Mall, me puse a jugar con mi cámara. Buen zoom, verdad?
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