miércoles, 13 de diciembre de 2006

Por qué nos vamos?


Algo que me ha parecido interesantísimo de este fenómero de la migración, es el hecho de que cada quién tiene sus razones para dejar su país de origen. Todas ellas válidas, personales y absolutamente individuales, pero cuando se mira el asunto desde un poco más lejos, todos los casos que inicialmente lucían tan distintos, resultan sumamente similares.

Como parte de mi propio proceso de investigación migratoria, descubrí una cantidad de blogs (ver la sección de enlaces) a los cuales me he vuelto totalmente adicto (no adepto, adicto, muy adicto), escritos por personas que, como nosotros, tomaron en su momento la decisión de cambiar su vida afectando de paso a toda su descendencia con la esperanza de darles una vida mejor que la que uno mismo ha conocido en su país natal.

De alguna manera para muchos de nosotros la decisión de emigrar pareciera ser el triunfo final de la esperanza sobre la experiencia.

Como sea, una vivencia que me resultó particularmente aterradora (en el mejor sentido posible), fue la lectura del post Como se inicio esto de la emigracion? de Manale. En particular me llamó muchísimo la atención ver que las razones para su emigración, iniciada hace más de 40 años, no difieren mucho (son increíblemente parecidas) a las que me impulsan a buscar vida en otro país. Al constatar que la situación descrita por Manale en Argentina hace taaaanto tiempo me resulta tan increíblemente parecida a lo que veo en Venezuela diariamente, no pude menos que espantarme. Me sentí más o menos como el chiste del tipo aquel que golpea salvajemente a un español debido a que se acababa de enterar de todo los desmanes cometidos durante la colonia.

Es impresionante cuando familiares nuestros que viven en Colombia (un país en guerra declarada), confiesan que actualmente se sienten atemorizados por venir a Venezuela, y comentan con nostalgia lo bien que ellos se sentían ellos cuando venían de vacaciones hace 10 ó 15 años. La sensación de seguridad... el buen estado de las vías..... la tranquilidad que se sentía.... cosas que se perdieron y que seguramente se recuperarán algún día, sólo que no sabemos cuánto tiempo tomará eso.

Como dije antes, la decisión de emigrar de Venezuela estaba tomada hace mucho, pero realmente no se había cristalizado debido principalmente a inacción por parte nuestra. Para realmente empezar a trabajar en serio en el proceso migratorio fueron necesarios varios catalizadores aunque quizás detonantes sería la palabra más adecuada:
  • Una Tía fue secuestrada por la guerrilla "por error", y no fue liberada sino 10 meses después, cuando con grandes sacrificios, se pagó un rescate millonario.
  • Mi papá fue abaleado en la calle para robarle un carro. De esto, afortunadamente, quedó sólo una cicatriz en el abdomen y el mal recuerdo.
  • Mi hermano está siendo víctima de extorsión judicial.
Ante cosas como estas realmente resulta muy difícil seguir postponiendo una decisión que, si bien, traerá consigo toda una serie de problemas y nuevas situaciones, estoy convencido de que serán más manejables que aquellas cosas a las cuales en la actualidad, un venezolano corriente, debe entrentarse.

El país que quiero
De mi pais, yo creo que no pido mucho. Aquí algunas de las cosas:
  • Que a ley se aplique a todos por igual, y no que sea utilizada por unos para controlar a los otros.
  • Que los mejores, los más talentosos, los más capacitados puedan surgir sin necesidad de usar influencias, "padrinos" o pertenecer a cierto partido político.
  • Que se pueda salir a la calle sin el temor de ser secuestrado, atracado o asesinado.
  • Que el gobierno cumpla su trabajo de procurar por una mejor vida para la población.
  • Que se pueda ahorrar sin el temor constante de una devaluación.
Estas cosas no las he encontrado en Venezuela. Estarán en Australia?

4 comentarios:

Issues dijo...

Uy Augusto: Del ultimo parrafo te puedo decir qe el 3er punto es SI. SI puedes caminar TRANQUILO y hasta "espabilao" solo o con tu familia y sentirte SEGURO... El resto llevo poco tiempo aun y no me atrevo a realizarte el comentario, pero seguro dentro de poco tu MISMO podras responderlo ;)
Saludos,
Mirle

Tiberio dijo...

Ahhh Mirle, pues ya veo entonces cómo se van resolviendo mis inquietudes, y eso que todavía no he pisado suelo australiano...

Da Vinci dijo...

Hola Augusto, asi como tu yo me sorprendi mucho cuando leia la historia de Manales y muy particular un post sobre la obtencion de su pasaporte (no se si aun lo tiene). Es impresionante la semejanza a la historia actual de Venezuela.

"El que no conoce su historia esta condenado a repetirla."

Si tienes la oportunidad de conversar con inmigrantes que llegaron a Venezuela (espanioles, portugueses o italianos), que creo ya la haz tenido, pideles que te cuenten como fue su proceso de adaptacion a Venezuela, cuando llegues encontraras que no es muy diferente aqui.

Exitos,

Pedro

Tiberio dijo...

Hola, Pedro:

Efectivamente, lo que me pareció más aterrador de todo el asunto, fue el percatarme, con el relato de Manale, del hecho de que este tipo de situaciones en lugar de ser algo accidental, pareciera más bien resultar un mal endémico propio de estas sociedades.
Desgraciadamente, cuando uno está viviendo el problema siempre tiende a pensar que "esto mejorará", pero cuando uno se percata que estas cosas son parte del ser de nuestras sociedades (virtudes+defectos=Un todo), entonces es más fácil tomar "decisiones difíciles", como la de emigrar, por ejemplo.

Saludos !